El lavado de manos es una de las formas más sencillas y efectivas de prevenir enfermedades. En el entorno hospitalario, esta acción cotidiana es clave para evitar infecciones y proteger tanto a pacientes como a personal sanitario.
Recomendaciones:
- Lavar las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos.
- Usar gel desinfectante a base de alcohol cuando no haya acceso a agua.
- Practicar esta acción después de tocar superficies compartidas o al cuidar a alguien enfermo.